De estudiante a docente, un camino junto a Colorearte.
“Desde pequeña que me gusta el arte” nos cuenta Soledad Alfaro Pereira, quien participó como estudiante en el Concurso Colorearte durante el año 2012, recuerda haber vivido una experiencia entretenida realizando actividades en pareja. En ese entonces cursaba 1° medio del colegio Limache College, y participaban por primera vez.
Para Soledad ser parte de Colorearte como estudiante, fue algo nuevo e innovador, ya que considera que usualmente en la educación artística no se sale más allá de lo que es la témpera, el block y dibujar en un cuadrado, entonces vivir una experiencia tan distinta con la técnica del teñido fue muy llamativo para ella, sobre todo en esos años.
Al año siguiente, fue testigo de la participación de sus otros compañeros del colegio en el Concurso Colorearte, en su versión n° 10 “Bichos” , las actividades realizadas para ella fueron significativas, ya que en ese año sus compañeros expusieron los resultados de su proyecto en las calles de Limache, y la idea de “salir del metro cuadrado” (escuela) le encanto y motivó a seguir indagando sobre el Concurso en esa época. Al terminar su enseñanza media fue su interés por el arte, lo que la llevó a estudiar pedagogía en artes visuales.
Con el pasar del tiempo, Soledad nuevamente se reencuentra con Colorearte, esta vez por medio de un llamado a participar en la convocatoria 2022. Es en esta instancia y ya egresada de su carrera, es que vio la oportunidad de ser parte de esta experiencia desde otro contexto: como docente.
Actualmente participa en la Aventura de Aprendizaje, y lo hace con un 6to básico del Colegio Nuestra Señora del Huerto de la comuna de Quillota. Y comenta que la idea principal de ser parte de este proyecto es que los estudiantes experimenten, que sean curiosos, que se expresen en cada actividad artística y que se entretengan tanto como ella lo hizo con Colorearte en su adolescencia.
“Estoy intentando guiar la experiencia a algo muy personal para cada uno, dado que toda instancia ayuda a conocerse más, hasta el momento ha funcionado súper bien. El proceso de teñido, ver a mis estudiantes con caritas tan expresivas al teñir, sentir a los chicos tan motivados, es motivador para mí.”
En relación a la temática del año, Semillas Maravillas de mi tierra, la docente ha buscado que los y las integrantes de su equipo sean su propia semilla, y los ha invitado a hacer una reflexión e identificar, ¿Qué elementos, factores y personas de su alrededor los ayudan a crecer como semillas?, estas preguntas surgen ya que los estudiantes aún se encuentran un proceso de adaptación a la escuela volviendo a la presencialidad, a reconocerse a sí mismo y como curso.
A partir de su doble experiencia, Soledad invita a docentes y educadores a motivarse a estas instancias que ofrece Colorearte, que permite que los estudiantes puedan experimentar en el arte, salir del cubo y aprender de ellos, lo que termina siendo un aprendizaje mutuo.
